Los sistemas políticos son siempre dinámicos, sujetos a reformas permanentes a través de la vía del voto o de las acciones de los actores políticos; el caso de México no es la excepción. Desde la promulgación de la Constitución de 1917 los cambios sobre quién, cuándo y cómo acceder al poder han sido permanentes. Basta mencionar la era de reformas, entre 1972 y 1996, que sin resolver todos los problema darían paso a la vida democrática del país.áSin embargo, y a pesar de los avances en esta materia, la llamada transición política en México fue un proceso gradual y controlado que se dio a través de las urnas. La voluntad de los votantes decidió que, después de 70 años de gobierno priísta, optaría por una alternativa, que sólo duraría 12 años, para dar paso a un PRI renovado dispuesto a sacar adelante las reformas estructurales, necesarias para el cambio en México.áEn esta obra se analizan las distintas propuestas para la reforma política del Estado, desde la incipiente democracia de los años 70 hasta la recién aprobada reforma político electoral de 2014. Una crítica a las luces y sombras de las instituciones políticas y sus actores.
