´No nos resignemos a ser una generación de enfermos. Dios nos concedió el dominio sobre toda la Creación, y ese don que poseemos, incluye el señorío sobre nuestro propio organismo.áCon tan poderosa capacidad, estamos en el mundo para ser dueños de la enfermedad, sin que la enfermedad se adueñe de nosotros.áEsta obra le será de muy benéfica y saludable ayuda para que usted logre superar su padecimiento´.