Benedicto XVI ha hablado de ecología más que ningún otro de sus predecesores. En la vigilia de Pentecostés del 2006, invitó a los católicos del mundo a proteger la creación contra la explotación egoísta: ´Quien, como cristiano, cree en el Espíritu Creador, toma conciencia del hecho que no podemos usar y abusar del mundo y de la materia como un simple material de nuestro hacer y querer; que debemos considerar a la creación como un don que se nos ha confiado no para la destrucción, sino para que llegue a ser el jardín de Dios y así, un jardín del hombre´.áEl Papa ha obrado proféticamente cuando declara: ´La humanidad necesita de una profunda renovación cultural; necesita redescubrir los valores que constituyen el sólido fundamento sobre el que se puede construir un futuro mejor para todos. Las situaciones de crisis, que actualmente estamos atravesando -ya sean de carácter económico, alimentario, ambiental o social-, son, en el fondo, también crisis morales relacionadas entre ellas. Ellas obligan a volver a proyectar el camino común de los hombres´ (Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2010).á¿Sus llamados a un estilo de vida más sobrio y a modelos de consumo controlados -que ponen en duda el dogma del consumismo invasor- serán escuchados? No se pide a los profetas el ser populares; los profetas verdaderos nunca lo son. Se espera que molesten. Después del fracaso de Durban, este ´Papa verde´ no pierde la ocasión de hablar de la ecología.