Este volumen no sólo condensa la notable carrera de David Ojeda como cuentista -oficio que ha practicado por más de treinta y cinco años- sino que expone ante el lector contemporáneo una visión muy personal del mundo, acuñada en una lúcida (acaso incorrecta) obsesión por lo político: un justo rencor ante los engranes -invisibles, ominosos- que acoplan al individuo con los mecanismos del poder y la historia. En estos quince textos, arduos y provocativos, el autor potosino ha usado la «forma literaria» como campo de batalla donde los signos de nuestra vida -nuestras búsquedas del amor, la verdad o la libertad- se enfrentan a la gramática del poder. Escritas con singular rigor desde su trinchera cotidiana, estas fábulas jamás desatienden la función más profunda de la literatura: la de narrar las experiencias esenciales de la calle o de la casa, del terruño o del exilio con la sabia precisión de un artista, capaz de revelar ante el lector algún secreto inexplorado de esa vida misma. Aunque aquello que el cuento revele -tras la máscara de lo real- sea trágica y políticamente incorrecto.