Muchos de los que creemos que no hacemos daño a los demás, que luchamos en busca de diversos propósitos, hacemos buenas obras y además oramos, no logramos los objetivos y, lo que es peor, a veces nos estancamos y perdemos la esperanza. Existen momentos en nuestra vida en los que sentimos que algo nos hace falta.áAunque se nos facilita cosechar todo tipo de éxitos y conseguir lo que nos proponemos, hay un no sé qué, algo que no nos deja ser completamente felices.áEl autor de estas páginas nos dice cómo él, y otros, sanaron de raíz los sentimientos de soledad, miedo y pesimismo; los complejos, los resentimientos, la ansiedad y la depresión que en algunos momentos de sus vidas los aquejaron y por qué a veces tan fácilmente se nos escapan esa paz verdadera y esa felicidad profunda que tanto anhelamos.