El empleo del futbolista tiene una fecha de caducidad muy clara. A pesar de ello, la mayoría se resiste a hacer nada al respeto y cierra los ojos ante esta clara realidad. Lo mismo sucede con muchas otras profesiones en la sociedad actual que tienen un tiempo de caducidad marcado.áA través de la experiencia del autor, que pasó de ser futbolista de segunda división a ser un alto directivo de una gran multinacional en menos de cinco años, y de la historia de ficción de Kepa Herrera que se narra al principio de cada capítulo, el lector podrá entender conceptos básicos.