Podría tratarse de una sencilla historia para niños; y de hecho lo es. Pero al leerlo descubrimos que aquí hay mucho más que un simple relato, por la multiplicidad de símbolos y alegorías que ocupa su autor. Será por eso que muchos lo consideran un clásico de la Literatura, porque en esta historia los mensajes adquieren un sentido tan universal que terminan por referirse, también, a los adultos. Se trata de un cuento tocado por la magia trascendental que solamente acompaña a las grandes obras artísticas; impregnado de sabiduría, y portador de una hermosa lección de vida. En él se dibujan todos los rasgos de la personalidad humana. Su galería de personajes encierra la esencia misma de nuestra naturaleza, con virtudes y defectos. Recomiéndeselo a sus hijos, y léalo usted mismo, porque en este emocionante cuento la Vida ha sido puesta en el escenario para que nos redescubramos a nosotros mismos.
