En la corte de los Reyes Católicos, tiempos difíciles y confusos se ciernen sobre una España cada vez más dominada por la Inquisición. Traiciones y venganzas son moneda corriente en una época en la que muchas veces la delación es la única posibilidad de mantener la vida. A pesar de los sufrimientos que padece la mayoría de la gente, la bella Zarita está acostumbrada a disfrutar de una vida de riquezas y privilegios en la espléndida ciudad de Granada. Criada entre algodones, hija única de un magistrado importante, puede recorrer libremente las calles, salir con el hijo de un noble, montar a caballo y pasar sus días estudiando las artes. La realidad de la familia de Saulo no podía ser más distinta: maltratados por las terribles circunstancias, se han visto obligados a convertirse en mendigos para sobrevivir. Los tiempos son duros, y cuando el padre del muchacho es colgado por una agresión contra Zarita que no ha cometido y Saulo es enviado a la mar como esclavo, el joven jura venganza. En su travesía no le faltarán aventuras: es perseguido por piratas y hasta se encuentra con el ambicioso explorador Cristóbal Colón. Pero como nada es eterno, ciertos sucesos determinarán que la cómoda vida de la protagonista se vea alterada por la sospecha y la brutalidad de la Inquisición. Y aunque Saulo crea que la muchacha es su mortal enemiga, quizá sea su única esperanza de supervivencia en medio de tanto desorden, desastre y oscuridad. Con Prisionera de la Inquisición, la galardonada Theresa Breslin, autora de éxitos como El sello Médici y La profecía del Louvre, retrata una de las épocas más turbulentas de España, en las que la vida y la muerte se pagaban con la moneda de la traición.
