En los últimos quince años, he tenido oportunidad de presentar en talleres, conferencias y seminarios, en Norteamérica, Sudamérica y Europa, mi trabajo acerca de un tipo de terapia dinámica denominado «psicoterapia breve con provocación de angustia» o STAPP (shortterm axiety-provoking psycotherapy). He visto con agrado que mi técnica despertaba un vivo interés entre los participantes. Ello se explica por dos razones. La primera obedece a los largos años de investigación que acredita este tipo de psicoterapia breve, y a los estudios sistemáticos a que se sometieron los resultados obtenidos. La segunda atañe al uso extensivo, e igualmente sistemático, de videocintas con fines demostrativos, que permitía a los participantes observar las evaluaciones y las técnicas aplicadas, y juzgar con objetividad los resultados. Ellos podían observar críticamente por sí mismos la naturaleza de la relación paciente-terapeuta y dictaminar si los pacientes había mejorado o no.