La riqueza del Evangelio es tan grande, y nosotros tan limitados, que no podemos entender ni vivir todos sus aspectos. Cada Cristiano comprende y vive ciertas facetas del misterio de Cristo y esta vivencia parcial de la verdad cristiana, constituye la espiritualidad individual e irrepetible de cada creyente.
Pero cuando esta vivencia religiosa personal se convierte en modelo de vida para muchos, y es aprobada por la Iglesia, surge una "escuela de espiritualidad".
Conocer bien una espiritualidad, es como aprender una lengua para poder hablar mejor con Dios. No hay lengua mejor que otra. Pero la providencia de Dios asigna a cada uno determinado idioma como propio.
De igual manera, no hay espiritualidad mejor que otra, pero hay una que, por providencia de Dios, hemos de conocer y practicar más y mejor.
Este libro es para aquellos a quienes el Señor invita a vivir la "Espirirtualidad de la Cruz", que también podríamos llamar "Espiritualidad de Cristo Sacerdote" y para toda persona interesada en su crecimiento espiritual.
