Todos los días se leen en los diarios, noticias sobre conductas poco éticas por parte de políticos, ejecutivos, aristócratas, deportistas, profesores y tantos otros que en determinadas circunstancias son incapaces de hacer lo que ellos mismos, según sus propios valores, consideran correcto, y luego no saben cómo explicarlo ni justificarse pero se declaran inocentes. Estas personas son en parte víctimas de sus puntos ciegos.á¿Hasta qué punto nos conocemos? Según el modelo de comportamiento de la ventana de Johari, se define como punto ciego a esas cosas de las que todo el mundo es consciente menos uno mismo. Todos tenemos, en mayor o menor medida, puntos ciegos de distinta índole que se reflejan en nuestra conducta ética personal y profesional. Minimizar los puntos ciegos personales y de las empresas u organizaciones es algo realmente difícil, pero posible.áEn este libro se muestran los últimos avances en el estudio del comportamiento ético, principalmente en empresas e instituciones, y se brindan herramientas para minimizar la posibilidad de que se produzcan este tipo de actitudes en las organizaciones.