Estimado y espero no sufrido lector -por la cuenta que me trae-. El año 1994 se ha convertido en un punto de confluencia de distintos acontecimientos en la dilatada historia de los aviones comerciales a reacción. Se cumple el 45? aniversario del primer vuelo del Comet británico, el 40? aniversario del cuatrirreactor Boeing 707, el 35? aniversario del birreactor ruso Tupolev Tu-134 y las ´bodas de plata´ de dos de los más famosos aviones existentes en la actualidad: el entrañable ´Boeing 747 II Jumbo y el supersónico franco-británico Concorde´. La ocasión es inmejorable para poner en tus manos este modesto libro, que no es sino el trabajo de muchos años y cuyo fin esencial es simplemente el de entretener, a la par de dar una visión general de aquellos reactores de pasajeros, que desde el año 1948 hasta nuestros días han ido apareciendo en las flotas de las numerosas compañías aéreas mundiales. Algunos de estos aparatos efectuaron su primer vuelo como prototipos, y a pesar de ser excelentes aviones, quedaron a las puertas de entrar en servicio, ya sea por problemas de índole técnico, económico o político. Otros, aun habiendo superado un azaroso y difícil desarrollo, tienen ante todo suerte de estar vivos. La dificultad subyacente de tratar un período de tiempo tan largo trae consigo problemas de todo tipo: escasa información en algunos modelos de aeronaves, incesantes cambios geopolíticos a nivel mundial, en las propias industrias, fabricantes o incluso en las mismas compañías aéreas (nomenclatura, adopción de nuevos colores en sus libreas, etcétera). Por poner un ejemplo: El fabricante ruso de motores SOLOVIEV, que con sus distintos modelos impulsan a los míticos aviones Tupolevo Ilyushin, ha pasado en la actualidad a denominarse II-AOAVIADVIGATEC. Lo mismo sucede con el fabricante ucraniano ´ZMKB PROGRESS´, anteriormente conocido como LOTAREV y que impulsa a los aviones Antonov y Yakolev. Con el fin de aunar criterios en esta obra e ir conociendo poco a poco a estos fabricantes, he retrotraído la nomenclatura de los motores a los tiempos de los primeros vuelos de estos aviones, aunque, no olvidemos, que el nombre original era evidentemente el antiguo, es decir, SOLOVIEV o LOTAREV. Dada la gran variedad de reactores comerciales existentes en el período considerado de estos 45 años, se hace necesaria una lógica estructuración de la obra en dos partes claramente diferenciadas. En las 24 láminas de las que consta la primera de ellas, recojo de una forma generalizada la totalidad de aviones que abarcan dicho período, facilitando su identificación y posterior estudio detallado con una previa clasificación de los mismos. El número de motores y su ubicación respecto de las alas y el fuselaje es el criterio que se ha utilizado. Así, sirva la letra ´A´ para designar a los birreactores, la letra II-B, para los trirreactores, la letra II-C para los cuatrirreactores o tetrarreactores, y lI-D, para los hexarreactores. Los números que suceden a las letras posicionan los motores en el avión. Por ejemplo, la designación II-A3 hace referencia a los birreactores cuyas plantas motrices están situadas debajo de las alas (motores subalares) del tipo Airbus A300, Boeing 737, etc. En cada lámina, los aviones van acompañados de sus dimensiones más características y otros datos de interés, como las respectivas variantes, que servirán como base para el desarrollo de la segunda parte de la obra. Asimismo, se incluye un segmento acotado que hace referencia a la dimensión del aparato a escala, con lo que de esta forma podremos comparar su tamaño con el resto de aviones del mismo tipo. No obstante, en el libro se dedica un apartado titulado ´A ESCALA´ , en el que el propio lector tendrá la oportunidad de hacerse una mayor idea de lo anteriormente expuesto.