Esta investigación pretende contribuir al estudio sobre la distribución del voto en México durante los últimos años, en la perspectiva de aquellos aportes que revisan la consistencia de dicha distribución y las variables estructurales que influyen en ella y tienden a estabilizarla. Para la interpretación, la autora retorna la corriente del realineamiento electoral, que es la que a su juicio permite mayor alcance en el análisis. El concepto de realineamiento electoral se aplica a todas aquellas elecciones en que ocurren cambios profundos y durables de votantes de un partido a otro y hacia otras formas de participación diferentes a la electoral, produciendo eras marcadas por la reorganización profunda y rápida de las bases de apoyo en los partidos políticos. En consecuencia un realineamiento implica la evolución de las formas de organización política y representación de intereses. A partir de información estadística, Bravo Ahuja construye los elementos para una periodización de la historia electoral del país, y a partir de ello establece las características de los distintos períodos electorales para buscar una explicación a los mismos. De aquí el interés por definir las etapas del desarrollo electoral del país, sus continuidades y discontinuidades a partir de elecciones críticas, señalando los eventos clave en un realineamiento, como son las modificaciones en las identidades y preferencias partidistas, o la identificación de grupos de apoyo partidario.