Si los veintiún volúmenes de las Obras completas (que todavía no lo son) de Alfonso Reyes representan ya un monumento impresionante de su capacidad de trabajo, no deja de ser igual-mente asombrosa la cantidad de cartas que pudo escribir a sus amigos escritores. De hecho, este material epistolar en gran parte inédito podría formar fácilmente otra serie nutrida de tomos. Fue Reyes un apasionado devoto del género epistolar como lo atestiguan sus relaciones a lo largo de su vida con nu?merosos escritores tanto latinoamericanos como españoles y franceses. En particular supo mantener estrechos vínculos con sus compañeros de generación, es decir con ateneístas como Pedro Henríquez Ureña, José Vasconcelos, Antonio Caso, Martín Luis Guzmán, Julio Torri y Mariano Silva y Aceves entre otros En compañía de éstos Reyes encontró su vocación y no los olvidaría nunca pese a la distancia que los separaría durante muchos años. Si bien es cierto que esas amistades figuraban entre las más preciadas de Reyes, es de notar que tampoco desdeñó el trato amistoso con los ´jóvenes´