Pese a que el seguro obligatorio de viajeros se implantó en 1929 y ha funcionado desde entonces con diversas vicisitudes que han alterado su ámbito material, el alcance de sus coberturas y su sentido tutelar, no existía una monografía que abordara en profundidad los problemas fundamentales que suscita esta modalidad de seguro de accidentes.áLa presente obra colma esta laguna. Analiza la diferenciación entre este seguro y los seguros de responsabilidad civil que conciertan los diversos transportistas. Realiza una exposición básica de las acciones resarcitorias con que cuenta el viajero accidentado. Se pronuncia sobre los accidentes que ampara el seguro obligatorio de viajeros, sosteniendo que el criterio correcto es el de una amplia causalidad.áAborda, en particular, las cuestiones que suscita la cobertura de las lesiones temporales y de las lesiones permanentes, teniendo en cuenta que el Reglamento vigente fue aprobado en 1989, sin que desde entonces haya sido objeto de modificación alguna, sin que ni siquiera se hayan actualizado sus cuantías. Se reacciona frente al criterio generalizado de que las lesiones temporales están virtualmente excluidas de la cobertura de este seguro y trata de fijar el cauce que habilita un resarcimiento proporcionado.áLa obra aúna la preocupación de índole dogmática con su asentimiento en la práctica judicial y por ello contiene un muy amplio estudio de la jurisprudencia provincial existente sobre la materia, con consideración de la postura adoptada por la Sala la del Tribunal Supremo en las dos únicas sentencias que se han ocupado verdaderamente de él.