Una de las ventajas más admirables de tener un cerebro con la capacidad de construir realidades, es la de la poder darle sentido al sinsentido, de pintar lo gris con los colores del arcoiris, de convertir el tedio en entusiasmo, el dolor en crecimiento, la desesperación en tranquilidad. La primera labor del Desarrollo Humano a través del manejo adecuado de la mente educada, consiste en encontrarle el sentido a la vida y, junto con ello, hallar el bosque entre los pinos, a la gente escondida en la muchedumbre y lo sorprendente en lo trivial. Es una labor difícil y tediosa, pero la primera y la más necesaria.