La práctica de la medicina se basa en la aplicación de los conocimientos científicos adquiridos a través del tiempo, sobre aspectos diagnósticos y terapéuticos de los procesos mórbidos que afectan la salud del ser humano. Estos avances de la biomedicina fueron casi invariablemente registrados y documentados en etapas iniciales, en escritos médicos científicos de diversa índole y procedencia. Sin embargo, no fue sino hasta el presente siglo que las revistas médicas científicas adquirieron preeminencia en el registro de los avances en el conocimiento de los mecanismos que producen las enfermedades y de los procedimientos de prevención, control y tratamiento de las mismas. Además, yen base a las consideraciones anteriores, las revistas científicas han pasado a constituirse en el medio de educación médica continua por excelencia, al recoger en sus páginas las inquietudes, interrogantes y avances científicos, planteados o producidos por la comunidad médica a nivel internacional. Todo lo anterior remarca la importancia del escrito médico, entendido como aquel mensaje que un autor o grupo de autores desean hacer llegar a una amplia audiencia, con el fin de confirmar, corregir o modificar un aspecto del conocimiento científico aplicado a la biomedicina.
