¿Continúa habiendo espacio para proyectos sensatos en los negocios? ¡Sí, los hay! Y las pequeñas historias de este libro lo prueban. Porque surgen buenas prácticas cada vez que crece la reflexión y las personas adhieren a un proyecto, a pesar de la globalización feroz, de la codicia y de las tecnologías que mueven capitales en segundos. Cuando hay buena charla, surge la adhesión, cuando se rescatan las huellas del pasado, fructifica el proyecto, cuando la expectativa es mesurada, surge la buena respuesta. Restablecer confianza muestra cómo, ante el desconcierto, se convocó, se miró el conjunto, se entendió y se concertó el proyecto posible. Muestra cómo conducir exige fortalecer los lazos sociales y enseñar a comportarse. Ese liderazgo da lugar a nuevas formas de emprendimiento. Expone prácticas equilibradas de gestión a través de casos singulares y representativos, porque el desenlace valora las voces, reflexiona sobre las prácticas y las instala en la historia de cada organización. Partiendo del sinsentido, y a través del diálogo, logra procesos efectivos en el lugar de trabajo. Son pequeñas narraciones. Tienen algo de ejemplar.