La transparencia es una de las adquisiciones más recientes del proceso de democratización en México. En su primera década de existencia como política pública, ha ido sentando bases institucionales que han llevado al país a constituir en un lapso breve estructuras de gobierno que buscan dar cumplimiento al derecho de acceso a la información de los ciudadanos. Sin embargo, las tareas pendientes continúan siendo diversas, tales como la autonomía de los institutos de transparencia, la protección de datos personales, la definición clara de los tipos de información, el establecimiento de un sistema homogéneo de archivos públicos, entre otras.