Si bien durante los primeros años de su carrera Samuel Fosso se recluye en una especie de espejo que le sublima y en una búsqueda egoísta con la que expresa una visión ilusoria, posteriormente evoluciona hacia otro tipo de forma de representación que se distancia de sí mismo, a pesar de seguir siendo el material de base, la figura común a través de la cual se expresan los diferentes personajes que encarna.