¡Tengo un diente que se mueve! Justo lo que Guille siempre había deseado y ahora no puede dejarlo en paz. ¡Flip! ¡Flap! ¡Risqui! ¡Rasca! Un día en el colegio, va y se le cae. ´¿Quieres que te lo guarde´? le pregunta la maestra Pero Guille no está muy seguro ¿Y si se me pierde? Si tienes un diente que se te mueve o si estás deseándolo esta divertida historia te encantará.