Sid y Nancy es, por un lado, una crónica de los últimos años setenta: aquí aparecen los chicos del «contingente de Bromley», fundadores, sin proponérselo, del movimiento punk; los Pistols en acción, escandalizando y divirtiendo a su público en Inglaterra y los Estados Unidos; todo el entorno del mundo rockero, desde los managers y las grupis hasta los delegados de las multinacionales discográficas, pasando por los yonquis y los dílers. Pero, por otro lado, tanto este libro como la película de Alex Cox cuentan una historia de amor desesperado, la que vivió Sid Vicious con Nancy Spungen, una chica norteamericana tan rebelde y tan enloquecida como él. Tras los días triunfales del grupo, la disolución de los Sex Pistols precipitó a Sid y Nancy hacia una búsqueda del éxito que resultó infructuosa. Unidos por el amor, pero también por el sexo y el caballo, Sid y Nancy ter-minarán hundidos en una cochambrosa habitación del Chelsea Hotel de Nueva York, perfectos representantes de aquel «No Future» de la canción, incapaces de llevar las riendas de su vida y condenados a un final dramático por su propia incapacidad para adaptarse a un mundo que odiaban.