En 1938 un borrón azul y rojo comenzó a surcar los cielos de las viñetas. En aquel tiempo, los cómics eran un fenómeno de masas y varios jóvenes autores,á de formación autodidáctica y casi sin preparación artística, muchos de origen judío, y procedentes de la convulsa Europa, competían por hacerse un hueco en la industria con nuevas ideas, proyectos y personajes.Jerry Siegel y Joe Shuster crearon un héroe social, un protector de la verdad, de la justicia y del estilo de vida americano, que más tarde pasaría a transformarse en una reconocida marca, en un icono cultural capaz de traspasar las fronteras del noveno arte. Todo comenzó más rápido que una locomotora en el primer número de Action Comicsö, y nunca más paro.Al principio nadie quería publicar las aventuras de este personaje porque era algo distinto, inverosímil, aunque bebía de diversas fuentes culturales, pero después consiguió marcar la Edad Dorada de los comic-books. Su traje azul y rojo, su capa, su calzón por fuera, su doble identidad, sus chicas, sus amigos sus villanos. Todo en él es reconocible, empezando por su gran Sö en el pecho.Es Kal-El, es Clark-Kent ¡Es un pájaro!, ¡Es un avión!... ¡Es Superman!ö; el primer superhéroe.