Mi primer libro, Tapas en la gastronomía del Siglo XXI, también estaba dedicado a la tapa, pero nada que ver con los minutejos. Enfocado desde el prisma de la alta gastronomía, incluía en su mayor parte recetas sofisticadas y algunas elaboraciones que, mas que auténticas tapas, pueden considerarse cocina en miniatura. Pero en esta ocasión vamos a abordar las tapas desde otro punto de vista. Quiero hablaros de mi particular forma de interpretar las tapas tradicionales, las de toda la vida. Las que te hacen sentir... pues eso, como en un bar de tapas de siempre. Al menos esa es mi intención, y creo que lo hemos conseguido, aunque el diseño, la presentación de las tapas o el servicio sean diferentes. Como diría José Carlos Capel, un gastrobar. Y esto es lo que quiero con este libro, compartir con todos vosotros no solo las recetas de esas tapas de toda la vida tal y como las elaboramos en el bar, sino también cómo surgió el bar en sí y los puntos clave a la hora de montarlo, desde el diseño o la localización hasta la presentación de las tapas o el nombre. Porque puede que no te lo creas, pero simplemente buscar el nombre al nuevo bar nos costó tanto o más que elaborar toda la carta de tapas que puedes degustar en Estado Puro.