Tarta de manzana, de la reconocida autora Silvia Molina, nos presenta una historia con una problemática muy de nuestros días. La migración, en cualquiera de sus formas, afecta profundamente a los seres humanos, pues aunque muchas veces implica una mejoría en las condiciones de vida, siempre acarrea una sensación de pérdida y deja una huella profunda. Cambiarse de casa, cambiar de escuela, son sucesos determinantes en la vida de un niño. Pero cambiarse de país y tener que aprender un idioma nuevo es para Juan, el protagonista, una catástrofe. Juan se rebela, llora, clama por sus amigos, por su abuela, por ´la escuelita de allá´, ese lugar conocido donde se sentía seguro.áLa sombra de la discriminación también está presente en el texto: ´los niños se burlan de mí porque no entiendo y porque soy distinto´. Pero con la maravillosa capacidad de adaptación que tienen los niños, y acompañado amorosamente por unos padres pacientes y comprensivos, Juan va resolviendo el conflicto.áDe lectura fluida, la obra se desliza suavemente mostrando el proceso de adaptación de la familia al nuevo paisaje, al nuevo idioma, y nos muestra la alegría del niño cuando puede decir: ´Ya tengo un amigo, mamá.´áSe antoja entonces saborear la lectura de esta Tarta de manzana, dulce y ácida, como la vida, crujiente, como la que saben hacer las sabias abuelas.Perla Szuchmacher.
