Temor y temblor es probablemente la obra más significativa de Kierkegaard, o por lo menos así la consideró el propio autor. Aquí reflexiona sobre la historia de Abraham y el drama que éste sufre cuando Dios le ordena sacrificar a su hijo Isaac, si la ética tuviera la última palabra, entonces el sacrificio no podría justificarse, pero la religión abre un ámbito que se sitúa más allá de la ética.