Jack arrendaba una pequeña propiedad a un rico terrateniente, al que pagaba con lo que sacaba de sus cosechas. Pero un año áááááá no llovió lo suficiente y perdió todo. No tenía dinero para pagar la tierra y fue a decírselo al dueño. Este, al que le gustaba resolver misterios, le ofreció una alternativa: le perdonaría la deuda si respondía correctamente a tres preguntas.