Hace unos días miraba en silencio a mi madre. Ella, atareada en mil cosas, no notaba que estaba observándola y, sin detenerse, se ocupaba de mí y de todos. Cada tanto, pasaba a mi lado y me sonreía o me regalaba una caricia rápida y cariñosa. Pensé en ese momento cuánto tiempo hacía que no le decía que la quería, pensé también en lo mucho que le debo y en todo lo que tengo para agradecerle... Este libro fue creado para expresar estos sentimientos que, seguramente, todos hemos compartido alguna vez, nos propone un alto en la rutina para hacer un homenaje a nuestra madre. Porque lo cotidiano a veces nos hace posponer lo importante y quizás nos cueste encontrar el momento adecuado para hablar con ella. Porque todas las madres -y la nuestra mas que ninguna merecen este brindis ofrecido desde el corazón.