«Lo más llamativo del actual panorama laboral a escala mundial no es sólo el elevado índice de desempleo de los países europeos, el denominado milagro del empleo en Estados Unidos o el paso de la sociedad del trabajo a la sociedad del saber: es más bien el gran parecido que se advierte en la evolución del trabajo en los denominados primer y tercer mundos. Estamos asistiendo a la irrupción de lo precario, lo discontinuo, lo impreciso y lo informal en esa fortaleza que es la sociedad de pleno empleo en Occidente. La multiplicidad, la complejidad y la inseguridad en el trabajo, así como el modo de vida del sur en general, se están extendiendo a los centros neurálgicos del mundo occidental Consecuencia: cuantas más relaciones laborales se desregularizan y flexibilizan, más importante se transforma la sociedad laboral en una sociedad de riesgo. La inseguridad endémica será el rasgo distintivo que caracterice en el futuro el modo de vida de la mayoría de los humanos, incluso en las capas medias, aparentemente bien situadas».
