Este libro, ganador de la medalla Caldecott 2012, Bestseller y Mejor Libro Ilustrado de The New York Times, habla sobre la pérdida de algo valioso como solamente Chris Raschka sabe hacerlo. Cualquier niño que haya tenido un juguete muy querido entenderá la tristeza de Daisy, cuando, jugando, un perro más grande rompe su pelota favorita. En un libro sin texto, Raschka explora solamente con imágenes la alegría y la tristeza de tener un juguete especial. Las ilustraciones impresionistas y su enternecedora historia hacen de este libro una obra especialmente interesante para los amantes de los perros, para los maestros y para los padres que, de cuando en cuando, afrontan situaciones en que sus hijos pierden algo especial.