Serenidad, como lo que sobreviene a la asunción de la derrota exterior (derrota de las ideas que siempre pugn por resurgir en su capacidad de ver, antes que da, un mundo solidario, habitable), es la dimensión que habita estos textos de Juan Gelman. Y el sustrato del amor, amor a la mujer, como único espacio desde donde hablar, ese amor que se transfigura en esperanza, en esperanza contra toda evidencia: clarividencia, el poder abrir un claro en la oscuridad presente.