Las personas y los pueblos sólo se desarrollan si hacen propios de manera armónica y complementaria los valores fundamentales que conforman su identidad. Expresiones tales como ´la corrupción está carcomiendo nuestras instituciones, vivimos en una sociedad cada vez más violenta, se ha perdido la moralö, ponen de manifiesto un sentir generalizado poco optimista de la sociedad que hemos llegado a construir.áPodemos decir que esta sociedad padece una crisis de valores, en la cual el individualismo, el consumismo, lo efímero, lo desechable, la exterioridad, lo accidental, el predominio del tener sobre el ser, de la apariencia sobre la realidad, han ido consolidando un modo de ser y de comportarse muy alejados de los grandes ideales transformadores de otras épocas.áEn esta obra hemos querido analizar de una manera sencilla el conjunto de valores y antivalores más presentes en nuestro medio, para hacer una reflexión seria acerca del tipo de hombre, de mujer y de sociedad que estamos construyendo, y del ideal que deberíamos proyectar con vistas a un mundo más humano y feliz para todos.áPor razones de orden práctico, una obra que ya ha tenido varias ediciones, sale ahora al público en tres tomos, porque sabemos que son muchas las escuelas y parroquias que utilizan estos materiales para la formación integral de los adolescentes y jóvenes en las edades de secundaria y preparatoria.
