por mucho tiempo se creyó que la capacidad de razonamiento se heredaba y que, por más esfuerzo que se hiciera, no podría modificarse.
En la actualidad las investigaciones demuestran que el razonamiento y el pensamiento son capacidades que pueden cultivarse, educarse, y, por tanto, ser enseñadas y aprendidas.
Enseñar a pensar es una labor que debe estar siempre en la mente de todo educador. Cultivar el pensamiento es dotar de herramientas a los educandos para que enfrenten múltiples problemas y situaciones que se les presentaran en la vida. Por ello es indispensable dedicar un espacio y un tiempo a la enseñanza de este contenido.