Vladimir Kaspé es uno de los arquitectos más apreciados en el medio arquitectónico de la mitad del siglo pasado. A partir de su llegada de Europa se ganó una merecida fama de magnífico arquitecto, admirable maestro, buen intérprete musical y de excelente persona con un trato siempre amable, fino y delicado. El trabajo de Kaspé se caracterizó por su austera elegancia, su buen tino en el manejo de la materialidad de sus obras, por poner en valor solo lo esencial, sin alardes formales y siempre con claridad y sobriedad.áEl periodo en que realiza sus obras se caracterizó por ser una etapa en la que había poca disponibilidad de material de construcción, de tal modo que sus obras están resueltas apenas con tres o cuatro materiales bien dosificados. Sus decisiones formales suelen ser claras y contundentes, elige un par de gestos formales y con ellos resuelve el trabajo, el resultado es una arquitectura de pocos recursos y de gran fuerza dramática.