La moderna investigación criminal es hija de la era que vio nacer las ciencias físico-naturales y sociales, surgidas en el siglo XIX. Dicho siglo dio una fisonomía completamente nueva a la lucha ancestral de la sociedad humana contra los elementos extraños o nocivos que habitan en toda sociedad: a la lucha contra el elemento criminal que surge, con renovada fuerza, al cambiar las formas sociales. A lo largo de cien años, las ciencias físico-naturales proporcionaron a los creadores de la investigación criminal los materiales de construcción para los grandes cimientos sobre los que se asientan hoy la lucha contra el crimen en todos sus grados y formas.