Por décadas, la enseñanza e investigación de la materia penal en México e Iberoamérica han respondido a incentivos y corrientes teóricas de carácter netamente jurídico. Por ello debemos cuestionarnos ¿qué papel ha jugado la ciencia en el desarrollo de las Ciencias Penales?, ¿cuál es la situación actual de la Criminalística y las Ciencias Forenses?, ¿cómo influyen las aportaciones de estas disciplinas en la prevención y persecución de los delitos? En los últimos tiempos, países de la órbita anglosajona, principalmente, han impulsado la creación de instituciones, investigaciones y publicaciones dedicadas exclusivamente a las materias forense y criminalística. Mientras tanto, los especialistas iberoamericanos debieron mantener una actitud de pasmo, producida más por la incapacidad para acometer un reto como el que ahora se afronta, que por la carencia de herramientas y laboratorios. Por ello, con el propósito de elevar la calidad del conocimiento y extender la difusión de las disciplinas forenses, el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE) y la Academia Iberoamericana de Criminalística y Estudios Forenses (AICEF), decidieron emprender el vuelo en las alas de Ciencia Forense, revista que aspira a convertirse en la publicación más importante y dinámica para intercambiar y discutir opiniones, estudios, análisis y casos concretos de la Criminalística y las Ciencias Forenses.