La literatura y el arte entran por nuestros sentidos. Gracias a la bue literatura, o más bien a la literatura que sea bue para nosotros, podemos vivir con la literatura en el cuerpo. Podemos permitir que la literatura que realmente nos importa nos afecte con su proximidad y nos haga sentir la presencia del escritor o del artista que amplía y enriquece nuestros ámbitos.