Esta es u nueva edición de un relato que funde a la historia con la ficción, al bien con el mal y donde las trampas de la fe se confunden con las trampas de la razón. Un jesuita murió ahorcado por su lengua. Antes había conocido a dios en su noche de éxtasis, pero tal vez sólo conoció al demonio del sexo. ´ En estos demonios de la lengua palpita la barroca sensualidad de Lezama extrañamente acoplada a la sabia paradoja borgesia y a la lucidez crítica de la Paz sojuaniano. Nuestra lengua ga nuevas fronteras con este autor cuyos libros no dejan de sorprendernos y hacernos sentir que están destidos a convertirse en u nueva religión herética de nuestras letras. ´