Edgardo es n niño que tiene tiempo: tiempo para vagabundear y explorar, tiempo para abrir los ojos y escuchar historias equivocadas, tiempo para aguzar los oídos y percibir los mundos que existen debajo delas piedras o entre las págis de un libro. Edgardo tiene tiempo para saber que siempre es posible encontrar la pista exacta o la palabra justa detrás de todo lo que vemos y escuchamos, incluso cuando han desaparecido las gallis y die sabe cómo, ni cuándo, ni dónde.