Querido lector >: Si has elegido este libro con la esperanza de encontrar un sencillo y alegre cuento, temo que has elegido el li- bro equivocado. La historia puede parecer divertida al principio, cuando los hermanos Baudelaire pasan un tiempo en compañía de interesantes reptiles y de su di- vertido Tío Monty, pero no te dejes engañar. Si sabes algo de los desafortudos niños Baudelaire, sabrás ya que hasta los acontecimientos más agradables acaban por llevarles siempre por el camino de la desgracia. De hecho, en las págis que tienes ahora entre tus manos los tres hermanos sufren un accidente de coche, tienen que soportar un horrible hedor, enfrentarse a u mortífera serpiente, lidiar con un enorme cuchillo, u gran lámpara de lectura de bronce y con la reapa- rición de u perso a la que hubieran deseado no volver a ver jamás. Yo no tengo más remedio que dejar constancia de estos trágicos acontecimientos, pero tú eres libre de volver a colocar el libro en la estantería y buscar algo más suave. Con todo mi respeto, Lemony Snicket