La astronomía nace en el momento en que los hombres, de forma consciente, apuntan un catalejo hacia el firmamento. Un gesto simple, dictado por la curiosidad y la sed de conocimiento, del que surgirán las teorías y los grandes principios que están hoy en la base de la astronomía moderna. La invención y realización de instrumentos ópticos y gráficos, desde los primeros catalejos rudimentarios de Galileo Galilei a los potentes telescopios actuales, tanto ópticos como basados en las ondas de radio, han permitido un conocimiento cada vez más profundo y amplio del Universo, que se ha extendido aún más con el lanzamiento de satélites artificiales, sondas y vehículos espaciales.