Las teorías han sido formuladas para explicar los fenómenos celestes y relacionarlos entre sí, reconstruyendo en su globalidad la inmensidad y complejidad del Universo. El estudio de los materiales procedentes del espacio, sobre todo de la luz y las radiaciones, y del material sólido que han traído a la Tierra las sondas, ha modificado en gran medida la estructura del Universo conocido por los hombres: el cosmos finito y estático de los filósofos griegos se ha vuelto infinito, en movimiento y en continua transformación. Pero las enormes distancias no permiten abrazar en una visión global y contemporánea al cosmos en su totalidad. Y entonces los hombres adelantan hipótesis, elaboran teorías y, por fin, organizan y construyen la estructura del universo y nos lo devuelven en toda su grandiosa belleza.