¿Para qué estudiar historia de México?, pregunta constante y no pocas veces presentada con cierta molestia por parte del estudiante de bachillerato. La historia de México, sin un objetivo claro y sin establecer conexiones entre el pasado distante y el complejo presente, genera animadversiones difíciles de contrarrestar. El objetivo central de este texto es demostrarnos que conocer nuestra historia tiene un sentido, que al comprender el pasado nos miraremos como el producto del hacer de los hombres y las mujeres que nos han precedido en el tiempo, habitando este espacio, y que nuestro ser actual condensa el pensamiento, la herencia cultural y los hechos políticos que ellos forjaron y que nos dan identidad de mexicanos. Somos el producto de la historia y nosotros seguiremos, estemos conscientes o no de ello, diseñando el futuro de los que nos seguirán. Historia de México 2 busca, a través del análisis, hacer hablar al pasado desde el presente para ubicar cómo nuestras preocupaciones sociales -la globalización, la llamada transición a la democracia, la fragilidad o la fortaleza de la economía nacional, nuestro hacer diario- se comprenden mejor si se ubican en una perspectiva de larga duración. La distancia en el tiempo, más que un obstáculo, se convierte en una aliada del historiador v del estudiante. Este libro intenta acercar al lector a los grandes sucesos relacionados con la política y la economía, pero también a los temas ligados con la vida cotidiana, la cultura y los movimientos sociales, pues partimos de que también en esos espacios se construye la historia. Incluso, lo que antaño fueron los grandes sucesos hoy están incorporados a la vida y viceversa, en nuestra vida cotidiana se están tejiendo -a veces sin que lo sepamos- los proyectos y transformaciones del futuro.