Jesús recorría las aldeas y pueblos de Palestina anunciando a sus habitantes una gran noticia: el reino de Dios ha llegado ya. Las señales no se hacían esperar: los enfermos eran curados, los ciegos podían ver y en los pobres nacía la esperanza de una vida mejor.áEsta historia de Jesús alimentando a más de 5000 personas es una señal más del poder de Dios manifestado en su Hijo y en el desprendimiento de aquel niño que compartió todo lo que tenía: cinco panes y dos pescados.á