A medio camino entre la confesión y la fábula, en este volumen aparecen las aventuras del viaje interior y de algunos viajes exteriores. A través del arte de la palabra van apareciendo, de modo gradual, tos lugares de la memoria. También hay fragmentos de reflexión filosófica o existencial, ficciones breves, retratos, homenajes, páginas de diario, aforismos de distinta índole, humor de tono diverso, poesía en prosa, autobiografía en corpúsculos, pensamientos de varia invención. Aquel desliz de la memoria o esa bitácora más o menos íntima. La risa y la sonrisa que ponen en teta de juicio lo rutinario, y pretenden desacralizar ciertos niveles del mundo cotidiano a través de la energía del pensamiento en libertad. Asimismo, aparecen la cuerda sutil de la parodia, el equívoco, el júbilo y la melancolía: ese pan nuestro cuyo perfil amenaza con ser inagotable.áLa tradición de este tipo de escritura es secular y mantiene su esplendor en muchos idiomas. Se intenta privilegiar el vuelo de la belleza estilística, la visión que se aproxime a lo inaugural, y la perspicacia de los sonidos y los sentidos que establezcan, por último, ese puente imaginario que habrá de unir al sentimiento con el pensamiento. He ahí el desafío y la tentativa. En su calidad de coautor, cada lector tiene la primera y la última palabra, aunque lo más probable es que nunca hayan existido las primeras y las últimas palabras. Se trata, más bien, de cómplices que asisten al estreno de una obra que pertenece al espacio imaginario del arte de las antiguas y nuevas palabras.áAl levantarse misteriosamente la espesura del telón, todo puede suceder: ya nada es imposible.
