Un niño no se adapta al aula, no se ajusta a las demandas escolares. Hoy en día al instante surge un término: déficit de atención. El quehacer esencial para un menor entre los seis y los doce años es la enseñanza básica, que con frecuencia se ve obstaculizado por su conducta. Aveces se exagera adjudicándole un trastorno de atención y otras veces se pasa por alto este importantísimo diagnóstico. ¿Cómo deben participar los maestros en el diagnóstico y el manejo integral del niño inquieto, impulsivo y distraído? Este pequeño manual contiene el ABC de lo que el maestro debe saber y lo que puede hacer.