Todos los seres humanos estamos dotados para pensar y lo hacemos de forma permanente, cotidiana, constante. Pensamos para resolver problemas y tomar decisiones de todo tipo, desde las más simples hasta las de máxima complejidad. Sin embargo no siempre aplicamos el procedimiento correcto para generar pensamientos que trasciendan lo convencional. Es así que se hace sumamente importante aprender a pensar: la base de nuestro desarrollo, de nuestra vida misma está fundamentada en la manera en que pensamos y es lógico proponer que a mayor eficiencia de pensamiento mejor desarrollo y mayor nivel de vida en todos los aspectos. Aquel que aprende a pensar de forma no convencional es un pensador crítico y estará dotado de mayores herramientas para enfrentar la realidad.
