Hecho a mano es, ante todo, la oportunidad d recorrer el extenso territorio mexicano, de asomarse a su historia, de identificarse con su gente, de conocer la riqueza de sus tradiciones, su arte, su cultura, pero, sobre todo de admirar la manera como sus hombres y mujeres transforman el entorno con sus propias manos, engalanan sus atuendos para vestirse de fiesta, llenan de texturas, colores y formas sus utensilios cotidianos, enriquecen con aromas y sabores la mesa de todos los días y convierten en filigrana las piedras que protegen la morada de sus ancestros.