Horatio Nelson (Norfolk, 1758 - Golfo de Cádiz, 1805), es sin duda uno de los más célebres héroes marinos del mundo. Subió por primera vez a un barco a los doce años y a los veinte ya era capitán de navío. Dueño de un arrojo singular, aunque algo insumiso con sus superiores, participó en memorables combates como el de la toma de Córcega (1774), en cuyas incidencias perdió un ojo, y en la guerra de independencia contra las colonias británicas de Norteamérica (1775-83). Pero donde desplegó todo su genio y heroísmo fue en las guerras contra la Francia revolucionaria y su eventual aliada, España. En esos conflictos y en base a sus merecimientos, alcanzó el grado de almirante, recibió títulos de nobleza y obtuvo un inédito reconocimiento popular. Con innegables dotes de mando y gran llegada a sus subordinados, se distinguió en la batalla del cabo San Vicente (1797) y en el ataque a Tenerife, donde perdió un brazo. Tuvo un resonante éxito al hundir la flota francesa en Abukir (1798), para gran pesar de Napoleón que quedó prácticamente aislado en Egipto. Nelson alcanzó la inmortalidad en la célebre batalla de Trafalgar (1805), luchando contra un enemigo superior, al que venció con decisión y con la puesta en marcha de estrategias nuevas para la época. Su victoria fue tan trascendente que le aseguró a Inglaterra el dominio de los mares por más de un siglo. En este libro se relatan sus principales logros e innovaciones.
