La instrumentación de los precios de transferencia surge durante la Primera Guerra Mundial y a través de una legislación simple, basada en principios preventivos más que operativos. El primer país que se ocupó de estos precios fue la Gran Bretaña en 1915, seguido de los Estados Unidos de América que durante el año de 1917 los implementó. Durante los años de 1915 y hasta mediados de 1960, los países ilustrados si bien reconocieron en sus legislaciones a los precios de transferencia, su utilización no fue generalizada. Sin embargo, una vez que la economía mundial se fortaleció después de la Segunda Guerra Mundial, el tema que se desarrolla cobró una gran importancia, misma que se mantiene en la actualidad. El concepto de precio de transferencia se recoge en México en la Ley del Impuesto sobre la Renta, derivado de la apertura que en materia económica nuestro país ha venido reflejando en los últimos años. El procedimiento de precio de transferencia para que sea útil a la autoridad y surta el efecto deseado, en el sentido de verificar el origen y el monto de las transferencias celebradas entre diversos sujetos y cuando en ellas intervienen entes con domicilios fiscales en diferentes países, requiere a su vez de soportes que por medio de acuerdos internacionales permitan obtener información de los actos que llevan a cabo los sujetos pasivos. Con el ánimo de orientar al lector, este estudio se ha dividido en veintiún capítulos, mismos que permiten adentrarse en el concepto de precio de transferencia y provocar una reacción para el estudio y análisis del tema.